
Los Visitantes en Cemento
Solo destellos, estrellas como lágrimas que pelean en el cielo
Lágrimas musicales que se arrastran por las mejillas de mi alma soñando mis placeres
Humo…. Gris, rojo azul, frenético humo.
Una enferma, distorsionada y dulce armonía musical que viola mi piel con pequeñas puntadas eróticas de erótica poesía que llena los huecos de mi corazón seco.
Viajé de colado en el oscuro barco de lo casi sexual, sudándome, enamorándote.
Le besé, voraz, ambas manos a lo prohibido y sus diamantes nocturnos me llevaron a un lago azul de fuego celestial, donde recibí el perdón eterno de un dios completamente borracho. Las infantiles estrellas fugaces morían contra las paredes de mi cabeza desfigurada de placer
Y yo, allá arriba