
Décimas del deseo
Que el futuro alguna vez
se nutra del presente.
No nos volvamos indiferentes
con lo que nos quiere vender.
No nos podemos adormecer
ante tanto dolor reinante,
por mucho menos antes
el humano se jugaba.
Flor de quilombo se armaba
ante estos miserables.
Hay que activar contra el ruin
que hace padecer al pueblo,
a niños, jóvenes y viejos,
haciendo daño sin fin.
Basta ya de permitir
que alguien encabece algo.
Hay que pararse de manos
contra estos desalmados,
dañinos, viles, malvados,
que hacen a la gente sufrir.
Ojalá que alguna vez
el pueblo entero se alce,
y su fortaleza avance
ante tanta altivez.
Que por fin se pueda ver
la masa humilde triunfante,
que salgamos adelante
con orgullo y alegría.
Quizás nos llegue el día
de engayolar a los atorrantes.